jueves, 24 de diciembre de 2009

Omnipotencia Suplicante

Al revisar estos versos luego de muchos años de haberlos escrito, me preguntaba si no resultarían ofensivos para la sensibilidad religiosa o para la devoción que mucha gente expresa por Santa María.

¿Podría un artista pintar al demonio en el mismo cuadro que a la madre de Jesús? Y si el pintor tiene ese privilegio, ¿por qué no ha de tenerlo el poeta aficionado?

Santa María y el demonio conversan y si algo queda claro al final del poema – el lector puede comprobarlo – es que el demonio sale, como siempre, derrotado.

Estando Santa María
en vigilia de oración
se presenta en su capilla
el diabólico tentador

su fealdad revelaba
una profunda perversión
ostensible contrastaba
con aquel puro corazón

con gestos recargados pretendía
aparecer de buen semblante
ridícula y soberana tontería
fingir de caballero el talante

era criatura monstruosa
pequeño y encorvado
negrura de quemado
de mirada rencorosa

a pesar de su fealdad
ocultar no podía
tal soberbia y vanidad
que repugnante lo volvían

y al verlo acercarse a María
pensé que Ella lo rechazaría
más nuestra Madre no se inmutó
ni siquiera cuando de la mano la tomó

-¡Bendita Virgen María!
quiero ser amigo de Dios-
imposible era lo que oía
!el diablo quería pedir perdón!

nuestra Madre le habló con dulzura
no hablaba Ella de otra manera
y le miró con increíble ternura
como si aquel el demonio no fuera

-la vida de amistad con Dios
llena de alegría el alma
reboza el corazón de amor
con Él nada nos falta

el mundo es alegre
canta la creación
a nada se teme
si todo es de Dios

-Madre no te olvides
-pidió el padre de la mentira
-que hay siempre cosas viles
aunque con Dios se viva

-Nada hay de veras malo
aunque el infierno parezca
estando de Dios en las manos
todo para bien nos aprovecha

sólo el pecado puede ser daño
pues nos aparta de Dios
pero si en humildad andamos
bien nos hará pedir perdón

-oyó el diablo todo aquello
y fue cambiando sus facciones
aparecióle un cierto destello
de lo quemado recobró colores

pero en mencionar nuestra Madre la humildad
acabó de improviso aquel extraño encanto
de un brusco salto hechóse para atrás
sin aún haber María de hablar acabado

-Tú quieres verme humillado
-chilló medio enfurecido
-¡pues no! No me has engañado
jamás terminaré vencido

-fue así, triste el final de aquel encuentro
no tiene madre el diablo ni jamás la tendrá
pero no puede negar que estuvo por momentos
dispuesto a vivir por ella en humildad

eres María, Omnipotencia suplicante
y Dios también te colmó de sabiduría
porque no pides a quien sabes no daría
aunque de dispuesto tenga el plante

privilegiado espectador
que vi de cierto maravillado
aparecer a María el tentador
y salir igualmente tentado.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Presentación de Omnipotencia Suplicante

Uno de los títulos atribuidos a la virgen María es el de Omnipotencia Suplicante (ver por ejemplo http://ajesusxmaria.blogspot.com/2008/06/omnipotencia-suplicante.html), ello significa que todo lo que pide se le concede.
En esta ficción, presentada en verso, el mismísimo Lucifer se presenta ante la bienaventurada y conversan. Se podría uno preguntar ¿y si ella le pide al demonio que se convierta y pida perdón?
Sirvan estos versos como introducción y resumen de la historia que contaré en el siguiente post:

No existe ser
por poderoso que sea
que no complazca tu querer
y a tus deseos no ceda.

Si al mismísimo demonio pidieras
arrepentimiento y contrición
compungida esa criatura artera
humilde pediría perdón.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Amante Literario

Hace algunos años, por un tiempo me picó el zancudo poético y escribí muchos poemas, la mayoría de los cuales se perdieron y otros los conserva mi esposa entre sus recuerdos y espero que no los muestre porque me harían sonrojar, ya que fueron dedicados especialmente a ella.
Pero hace unos meses, también por el buen cuidado de Maribel, mi esposa, que guarda muchos papeles míos, encontré un pequeño folletito de poemas que son de los que escribí por ese entonces en este caso una serie con temas religiosos. No es que haya escrito sólo poemas de fe, pero esos en particular quedaron en ese folletito.
He intentado algunas veces volver a escribir poesía pero confieso que me cuesta mucho. Admiro a esos espíritus sosegados que son capaces de encontrar la rima en medio del barullo de distracciones que es nuestro mundo, porque a mi se me hace muy difícil. De vez en cuando me sale y algo escribo.
Ahora lo que se me ocurre es ir colocando en este blog algunos de los poemas de ese folletito, a ver si así logro escribir algo nuevamente.
Nuestra buena amiga y blogvecina Nancy Arroyave tuvo la gentileza de otorgarle a este blog el premio Amante Literario y se supone que hay que entregarlo a otros 10 blogs. Ella se los entregó a otros 9 que en mi opinión son extraordinarios. Varios de ellos escriben poemas o están dedicados íntegramente a la poesía. Yo no podría pensar en otros, de hecho he empezado a visitar esos blogs y a leer lo que escriben y a disfrutar del paisaje que se ve por esa ventana del alma que es el poema. Los recomiendo ampliamente, ellos son:


A manera de introducción a estos posts, que espero intercalar con historias, van estos cuatro versos que se me ocurrieron ayer:

Viejos versos de sentidos pasados brotados
nuevos pergaminos impregnan en vigor digital
y lo que expresar un día animosos soñaron
de nuevo felices se lanzan a cantar.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

La despedida

La clase de ese día sería la última del curso. Cuando hicieron el examen Harry pensó que seguramente lo que el sentía en ese momento era lo mismo que Hermione sentía habitualmente en cada prueba final: seguridad.
Como parte del proceso para garantizar que Voldemort no estaba siguiendo a Harry mediante los blogs y que no había nadie infiltrado en el suyo, habían revisado extensamente todos los posts con Dumbledore, McGonagall y la profesora Arroyave. Dumbledore no era ningún tonto, pero a Harry le había asombrado lo bien que tenía asimilados estos artilugios a pesar de ser de reciente invención.
- Hoy es nuestra despedida – anunció Nancy a todo el grupo de la clase – y les tengo una sorpresa.
Un viejo arcón, en el que nadie había reparado, se abrió a sus espaldas y unos pergaminos salieron flotando hasta posarse en cada uno de los escritorios de los alumnos.
- Lo que tienen ante ustedes es un permiso especial del Ministerio de Magia para publicar sus blogs y que puedan ser vistos por los muggles. Como ustedes saben ellos utilizan un complicado sistema llamado Internet para crear algo muy parecido a nuestros blogs. Con este permiso tendrán acceso a lo que ellos dicen y ellos podrán ver sus posts. El Ministerio mantendrá un estricto control sobre lo que ustedes publiquen, pero pueden creerme que no hace ninguna falta. Llevo años diciendo en mi blog que soy una bruja y ninguno de los muggles que lo visitan lo toma en serio.
- ¿Volveremos a verla profesora? ¿En otro curso quizás? – preguntó Neville.
- ¡Claro! Pero recuerden, los blogs nos mantendrán unidos. A todos.
Al día siguiente los chicos ayudaron a Nancy a cargar todas sus cosas en el súper Chevy hasta dar la impresión de que no podría elevarse de tantas cosas que llevaba.
- No podrás llevar ningún pasajero esta vez – comentó Harry.
- Me temo que no. Físicamente quiero decir.
- ¿Por qué? No entiendo – dijo Ron.
- Porque a todos los llevo en mi corazón.

Fin

martes, 15 de diciembre de 2009

La Orden del Fénix y los blogs

Harry escuchó la historia de Ron y su ansiedad fue en aumento. Podía tolerar el encontrar el nombre de la profesora en el blog de Voldemort, podía sentirse confundido por su amabilidad, podía dejar que ella lo llevara de viaje sin revelar sus sospechas y acusaciones, pero dejar que existiera la más mínima posibilidad de que una mortífaga estuviera infiltrada en la Orden del Fénix, ¡eso no!
Ron no había terminado de hablar cuando Harry ya estaba tomando su varita y saliendo de la casa de Griffindor.
- ¿A dónde vas Harry? – preguntó Hermione.
- A denunciar a la mortífaga bloguera, a Nancy, a la profesora Arroyave, o cómo sea que se llame – contestó Harry decididamente.
Hermione dejó sus cosas y salió siguiendo a Harry, Ron la siguió.
Harry ya conocía el camino al despacho de Dumbledore, donde seguramente se estaba llevando a cabo ya la reunión de la Orden del Fénix. Iba casi corriendo, tan concentrado que ni siquiera vio al señor Filtch ni lo escuchó cuando le indicó despectivamente que no tenía permiso para andar por ahí. Filtch se puso furioso. Estaba tan enojado que no pudo moverse y casi no notó que Ron y Hermione también pasaron a su lado.
Alcanzaron a Harry cuando estaba entrando al pasadizo mágico que conducía al despacho del director. Cuando se abrió la puerta Harry entró decididamente y dirigió una rápida mirada a los presentes – todos de la Orden del Fénix – miró directamente a Dumbledore y en medio de un profundo silencio de sorpresa dijo:
- ¡La profesora Arroyave es una mortífaga!
El semblante de Dumbledore no se alteró. La profesora McGonagall arqueó las cejas.
- Logré entrar en el blog de Voldemort – continuó – y encontré un post donde pedía a sus seguidores que se manifestaran, la profesora Arroyave está entre ellos.
Quingley Shackelbolt miraba alternativamente a Harry, al director y a Minerva McGonagall, esperaba que alguien le diera una indicación para arrestar a Nancy. Arthur Weasley miraba perplejo a Harry y a Ron.
Hermione se adelantó y habló.
- Harry pudo entrar al blog del innombrable por esa extraña conexión que existe entre ambos, pero nadie más podría hacerlo sin el permiso del Señor Tenebroso, porque ha puesto varios hechizos protectores, por ejemplo la maldición registro, son muy difíciles de pasar. La profesora Arroyave tuvo que haber entrado en contubernio con él.
Dumbledore seguía impasible. Todos le miraban esperando una respuesta.
- Se equivocan. – contestó por fin Dumbledore – La profesora Arroyave es nuestra espía en el blog de Voldemort.
- Pero eso es lo que estamos tratando de decir, la Orden la contactó pero ahora ella trabaja para el Señor Tenebroso – interrumpió Ron.
- Nosotros estamos totalmente al tanto de todas sus actividades en el blog tenebroso. Lamento que tu entrada en él te haya causado esta confusión Harry. Debimos haber supuesto que pasaría.
- Harry – habló la profesora Arroyave que se asomó a la reunión en ese momento – yo debí habértelo dicho. Perdóname, pero no estábamos seguros de cómo funcionaría tu conexión con el innombrable en este caso. Cuando me contaste de los comentarios en tu blog yo se lo comuniqué al profesor Dumbledore y acordamos hacer esta reunión hoy para decidir qué hacer.
Harry los miraba con una expresión de entre confusión y desconfianza.
- Pero, en ese blog solo hay mortífagos, Voldemort no dejaría a nadie más entrar – replicó Harry.
- Por eso mismo necesitábamos a la profesora Arroyave, que ha hecho un excelente trabajo infiltrándose sin ser notada, a pesar del enorme peligro que corre. Traerla a Hogwarts era lo mejor, estaría siempre protegida en caso de que algo saliera mal.
- Tenemos información sobre los nuevos reclutas del Señor Tenebroso gracias a ella, pronto los estaremos neutralizando – añadió Shacklebolt.
Harry, Hermione y Ron seguían en tensión de pie en medio del grupo.
- Harry, ya pronto me iré de vuelta a mi tierra, ya casi terminamos el curso y mi misión con la Orden está completa. Pero no quisiera que tu te quedaras con una mala impresión – intervino Nancy.
Estas palabras tranquilizaron a Harry.
- Lo siento. Creo que es mejor que nos vayamos – dijo dirigiéndose a Ron y a Hermione.
- No Harry – dijo Dumbledore – antes debes contarnos todo lo que viste en el blog tenebroso.
Ron estuvo feliz de poderse quedar más tiempo entre aquel grupo de la Orden del Fénix.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Aliada o Enemiga

La tarde del jueves repasaron todos los datos que tendrían que darle al padre de Ron. Habían aparecido comentarios en Pársel en el blog de Harry, se trataba de mensajes perturbadores pero ciertamente lograron capturar la curiosidad de Harry. Al visitar el blog de quien había puesto los comentarios Harry descubrió que se trataba del mismísimo Voldemort, que lo estaba utilizando para reclutar seguidores. Y la parte más difícil, la profesora Arroyave, por quien sentían cierto cariño, parecía estar entre los nuevos reclutas del señor tenebroso.
Ron se encontró con su padre en el despacho de la profesora McGonagall que había ido personalmente a llamarlo al salón de clases.
- Bien Ron, de qué se trata. – preguntó Arthur luego de un efusivo saludo.
Ron tomó a su padre por el brazo, se acercó a su oído y habló en voz baja.
- Harry entró al blog del Señor Tenebroso y descubrió una lista de mortífagos, hay muchísima más información en él, hay que comunicársela a los miembros de la Orden.
- ¿Qué es un blog? – respondió su padre con desparpajo.
- ¡Ay no!
Ron le explicó lo mejor que pudo. También le contó que tenían la esperanza de que él pudiera ayudarles a encontrar a algún experto confiable que pudiera ayudar a los de la Orden a entender la gravedad de la situación.
- Ah sí. Se quién puede ayudarnos. Se trata de Nancy Arroyave, la Orden la contactó para apoyarnos con los nuevos medios que el innombrable está utilizando. Tú debes conocerla, es profesora aquí.
- ¿Nancy Arroyave? ¿Está ayudando a la Orden?
- Así es. Voy a hablar con Dumbledore y los demás que están aquí hoy, debemos reunirnos para que Harry nos cuente lo que encontró. Tendrá que ser hoy mismo, al terminar las clases.
- Bien – dijo Ron resignado.
Regresó con paso rápido a su salón de clases, tendría que contarles a Harry y a Hermione que Arroyave estaba infiltrada en la Orden y que ellos tendrían que desenmascararla.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Comunicar la noticia

Luego de discutir toda la información disponible habían decidido que lo mejor era hablar con Dumbledore y con los miembros de la Orden del Fénix. Era importante que ellos pudieran aprovechar la recién descubierta habilidad de Harry para entrar en el blog de Voldemort. Pero sobre todo era vital aclarar si Arroyave era o no mortífaga al igual que el resto de magos y brujas que habían puesto comentarios en ese blog.
Habría que esperar a la primera oportunidad para hablar con el director sin levantar sospechas.
- Deberíamos hablar con McGonagall primero Harry, ella conoce bien a Arroyave y además pertenece a la orden – sugirió Hermione.
- No lo creo, ella no entiende nada de blogs, lo más probable es que Nancy la tenga completamente engañada respecto a eso.
Parte del problema que los amigos veían era que ninguno de los magos que conocían y en los que confiaban parecía estar interesado o conocer siquiera acerca de los blogs.
- Deberíamos hablar con mi padre – sugirió Ron – seguro el ministerio tiene ya alguna oficina y algún mago o bruja encargado de los blogs. El ministerio lo controla todo, la red flu, el correo por lechuzas, la magia en menores de edad…
- No lo se. Estoy seguro de que Dumbledore entiende de qué se tratan los blogs. Es lo suficientemente inteligente – respondió Harry.
- Mira Harry, aunque estemos en Hogwarts es más fácil hablar con el papá de Ron que con el director, deja que Ron le mande una lechuza y que le diga que necesita hablar con él por cualquier motivo.
- Tienen razón, hazlo Ron – concluyó Harry.
Fueron inmediatamente a la lechucería y enviaron el mensaje. La respuesta tardaría un día en llegar cómo mínimo, así que habría que esperar y mientras tanto seguir con todas las actividades normales del colegio.
Arthur Weasley no estaba acostumbrado a recibir mensajes de su hijo, así que se alarmó un poco al leer que “necesitaba hablar con él con cierta urgencia”. No queriendo alarmar a su mujer decidió averiguar de qué se trataba el asunto antes de contarle. Afortunadamente ya tenía programada una visita a Hogwarts esa misma semana. Algunos miembros de la Orden del Fénix coincidirían en el colegio por diversos asuntos así que aprovecharían para reunirse con Dumbledore y repasar el estado de las cosas. No tendría entonces que inventar ninguna excusa para ir a Hogwarts. Tomó pergamino, pluma y tinta y escribió una rápida respuesta.
- Estaré en el colegio el jueves. Te veré ese día. Cuidate.
Cuando Ron recibió la respuesta se alegró. Le mostró el pergamino a Harry y a Hermione.
- ¡Qué bien! Será en un par de días – apuntó Hermione.
Aunque Ron era todo un adolescente no pudo dejar de sentir cierta satisfacción interiormente. Su padre vendría a verlo porque él se lo había pedido.

viernes, 11 de diciembre de 2009

En Hogsmeade

El viaje de regreso le pareció a Harry todavía más corto que el de ida. Cuando aterrizaron en el mismo patio trasero del que partieron pudo notar la diferencia de clima con las tierras tropicales que acababan de dejar atrás.
Se alegró al darse cuenta de que era temprano todavía y que si se apresuraba podía todavía encontrar a sus amigos en Hogsmeade. Se despidió de Nancy y apresuró el paso para salir del castillo.
Ron y Hermione habían entrado en el bar de las Tres Escobas de madame Rosmerta para tomar cerveza de mantequilla. Un extraño se acercó a Hermione.
- ¿Eres Hermione Granger?
- Sí. ¿En qué puedo ayudarlo?
- Soy Cazacarpinteros, he puesto comentarios en tu blog, ¿me recuerdas?
- Ahhhh. Sí. Recuerdo lo que puso en la entrada sobre Wundegrind y Shippard, yo sigo creyendo que ellos fueron los primeros que formalizaron la escritura de runas de la Galia.
- ¡No! No entiendo cómo es que no entiendes la importancia del papel de Schippolinni. No se trata de un simple compilador de símbolos como tú dices.
- Claro que comprendo lo importante que fue su trabajo, pero yo creo que no se trata de un formalizador como Wundegrind y Shippard. En realidad Schippolinni no aportó nada más para la formalización que la compilación del alfabeto y los símbolos pictográficos.
- Pues te equivocas. Wundegrind y Shippard no habrían hecho ningún progreso por sí solos…
Ron no lo podía creer. Ahí estaba Hermione discutiendo animadamente sobre runas antiguas con un perfecto extraño, todo gracias a un comentario en su blog. Iba a tener que esperar a que terminaran de discutir si quería siquiera intercambiar unas palabras con ella.
A la discusión se unieron otros parroquianos, algunos parecían divertidos al ver aquello mientras que otros aprobaban o reprobaban con gestos los argumentos según les parecía.
Ron se desesperaba de ver aquel alboroto improductivo. Por eso se alegró mucho cuando vio a Harry.
- No vas a creerlo Harry. Lleva casi una hora discutiendo el papel de Schippolinni en la formalización de la escritura de runas antiguas.
- Ahhh… Algo de su blog seguro. Oye, no vas a creer todo lo que hice hoy.
- Espera, creo que ya te vio.
Hermione interrumpió la discusión y se alejó del grupo disculpándose. Invitó a todos a visitar su blog y poner comentarios para continuar discutiendo por ese medio.
- Hola Harry. Qué bueno que ya saliste de la enfermería.
- Sí. Acabo de regresar de Guatemala, acompañé a la profesora Arroyave.
- ¿Qué? ¿No habías dicho que era una mortífaga? ¿Te arriesgaste a viajar solo con una mortífaga? Pudieron haberte capturado Harry.
- Ya no estoy seguro de que se trate de una mortífaga.
Harry les narró todas las peripecias del día y cómo no le había contado que ya había visitado el blog de Voldemort.
- Fueron muchas cosas para un viaje de un día ¿no?
- Salvo por un detalle – respondió Hermione – no fue un viaje de un día.
- ¿Qué quieres decir?
- La diferencia horaria entre Guatemala y Londres es de 6 horas. En realidad debió durar 12 horas más de lo que tu percibiste.
- Eso no importa – dijo Harry – hoy es sábado, así que es como si todo hubiese ocurrido en un día.
- No Harry, hoy no es sábado ¡es domingo!

jueves, 10 de diciembre de 2009

En casa de Nancy Arroyave

Entraron a la casa y Harry se quedó en la sala observando todo muy detenidamente. Había una calavera con una serpiente entrando por un ojo y saliendo por el otro, pero ninguna de las dos parecía real. En las paredes vio un par de cuadros algo escalofriantes pero aquello no era nada que no se pudiera encontrar en la casa de cualquier mago o bruja normal. La casa de los Black por ejemplo, era mucho más tétrica.
Nancy regresó después de un rato y le ofreció a Harry algo de tomar.
- ¿Quieres jugo de naranja? También tengo soda si prefieres.
- Soda está bien.
Había mucho calor, bastante más del que alguna vez se pudiera sentir en un día normal en el castillo de Hogwarts.
- No había escuchado de ningún blog en el que el Señor Tenebroso pusiera comentarios, y menos en Pársel. Casi nadie habla ese lenguaje, salvo los…
La profesora se interrumpió algo desconcertada. No quería referirse a que la gente piensa que hablar Pársel es cosa de magos tenebrosos.
- No se preocupe, cuando yo descubrí que lo hablaba también pensé cosas.
- Bueno, y supongo que no habrás intentado visitar el blog, no creo que pudieras entrar, debe estar protegido por la maldición registro, muy pocos pueden pasarla y menos si el dueño del blog no lo autoriza.
Harry la vio fijamente. Ella no parecía preocupada. Harry sabía que si Nancy era mortífaga contarle que había entrado al blog de Voldemort era ponerse en peligro. ¿Qué hacer? ¿Debía confiar en la profesora que tan amable se había portado siempre? ¿Cómo podía ser mortífaga una bruja que se detenía en el camino para llevar a una mujer y a su hijo que caminaban penosamente? Si en realidad lo fuera él ya estaría prisionero e inmovilizado con un hechizo aturdidor talvez y de todas partes vendrían más mortífagos a asegurarse de que el famoso Harry Potter había sido capturado.
- ¿Usted cree que debería intentar entrar?
- No, no vale la pena, alguien puede descubrir que lo estás intentando y correrías peligro.
- ¿Hay algo en ese blog que valdría la pena que yo viera?
Con esta última pregunta estaba poniendo una trampa a la profesora, pero ella no se inmutó.
- Siempre puedes aprender mucho de lo que las otras personas ponen en sus blogs, pero en este caso no me imagino qué podría ser. Yo a veces entro a algunos por pura curiosidad y siempre aprendo algo.
Era obvio que Nancy estaba preparada para esa pregunta.
- ¿Regresamos? Si nos vamos ya tendremos tiempo para que conozcas algo de mi país.
Harry dejó de lado sus temores ante la confianza que la profesora le inspiraba y subió de nuevo con ella al auto. En realidad no tenía otra opción.
Nuevamente recorrieron el mismo tramo por tierra y se detuvieron a llevar a una pasajera que encontraron por el camino. Cuando la dejaron en su destino buscaron un lugar apartado y el auto se elevó para seguir por aire.
- Te enseñaré algunos lugares que me gustan – dijo Nancy.
Luego de un rato divisaron un lago en medio de volcanes. Bajaron hasta casi tocar tierra y fueron recorriendo toda la orilla. 12 pueblos muy pintorescos rodeaban aquel bellísimo lago. Se detuvieron en una playa casi desierta y pudieron bajar. Harry sintió la brisa cálida y lo tibio del agua al tocarla. Aquello no se parecía en nada al lago de Hogwarts.
Aunque habría querido quedarse ahí más tiempo se alegró cuando se alejaron pensando que pronto podría ver a Hermione y a Ron y contarles todo aquello.
La siguiente parada fue un pueblo con una iglesia pintada de los colores más vivos que Harry jamás hubiese visto en un templo. Aquella gente sí que sabía qué era el color. Decidieron decender permaneciendo invisibles y verlo todo sin salir del auto.
Por último, y con la tarde ya casi muriendo y el cielo pintado de tonos azules, rojos encendidos y amarillos brillantes, se acercaron a un volcán con una laguna en el cráter. Descendieron tanto al agua que las ruedas del auto casi la tocan. Era fascinante.
Entonces emprendieron el regreso a Inglaterra.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Viaje a Guatemala

Harry le ayudó con las bolsas y se dirigieron a uno de los patios traseros del castillo.
- Iremos en el súper Chevy – anunció Nancy.
- ¿Qué es el súper Chevy? ¿Un auto? ¿Usted no usa escoba?
- Vamos Harry, yo se que conoces los autos voladores que se hacen invisibles. Son más rápidos que las escobas.
Cuando lo vio Harry no pudo evitar pensar en el viejo auto del señor Weasley que Ron y él se habían encargado de destruir.
- Ya está. Sube. ¿Qué me querías decir?
Harry empezó vacilante a hablar. De pronto se dio cuenta de que si sus suposiciones eran correctas estaba ahora mismo volando en un auto con una mortífaga, que decía llevarlo a Guatemala pero en realidad podría estarlo llevando a donde ella quisiera.
En el fondo de alguna forma él no se terminaba de convencer de que Nancy – aquella profesora tan amable – formara parte del ejército del mal, de la misma forma que no se terminaba de convencer – a pesar de todos los argumentos de Dumbledore – de la lealtad de Snape. Superó como pudo sus confusiones y le contó sobre los comentarios y cómo había descubierto que estaban escritos en Pársel. Se guardó el asunto de la visita al blog de Voldemort para ir estudiando la reacción de la profesora.
El auto avanzaba veloz y aunque la distancia entre Londres y Guatemala era enorme pronto divisaron aquellas bellas tierras tropicales de sol, montañas y volcanes, que la gente del lugar llama “de la eterna primavera”.
Empezaron a decender y pronto tocaron tierra.
- ¿Ya llegamos?
- No Harry, es que me gusta bajar unos kilómetros antes de mi casa y hacer ese último tramo sobre la tierra. Vivo en un vecindario de muggles, así que no quiero sorprenderlos llegando en un auto volador.
El polvoriento camino estaba rodeado de altas montañas y profundos barrancos. El sol de la mañana era abrazador. En un recodo divisaron a una mujer que caminaba con un niño al lado.
- Espero que no te moleste que los llevemos – dijo Nancy deteniendo el auto junto a ellos.
- No claro.
Se detuvieron junto a los viandantes y les ofrecieron llevarlos. Ellos aceptaron encantados y subieron entre expresiones de agradecimiento. Avanzaron hasta llegar a un grupo de casas muy bonitas y Nancy fue bajando la velocidad. Cuando se detuvo la pasajera nuevamente volvió a agradecer, abrió la puerta y ella y el pequeño bajaron despidiéndose muy efusivamente, intercambiando sonrisas con Harry y la profesora.
Un poco más adelante volvieron a detenerse.
- Ya llegamos Harry, ven, acompáñame.

martes, 8 de diciembre de 2009

La señorita Pomfrey sabe su oficio

Harry despertó en la enfermería un día después. Tenía vendas en la cabeza y le dolía. Vio venir a la señorita Pomfrey con una pócima en una botella y una cuchara. Al parecer ella había previsto la hora en que despertaría para darle la medicina.
- ¿Qué día es hoy señorita Pomfrey?
- Sábado Harry, podrás descansar todo el fin de semana aquí en la enfermería.
- ¡Todo el fin de semana!
- Es una broma Harry. Saldrás en cuanto te tomes esta pócima de ranas y hongos.
La pócima sabía horrible, pero Harry se la tomó con gusto para evitar tener que pasar el fin de semana completo en la enfermería. La señorita Pomfrey sabía su oficio.
Ron y Hermione aparecieron en ese momento.
- ¡Hola Harry! Vinimos en cuanto Nicolás nos avisó que ya habías despertado.
Nicolás era el fantasma del caballero casi decapitado que merodeaba en la casa de Griffindor.
- ¿Ganamos el partido? – preguntó Harry
- Fue de lo más chistoso Harry, cuando la blodger te golpeó te desmayaste sobre tu escoba. El impulso que llevabas te hizo pasar por los aros con todo y la quaffo – contestó Ron.
- Es apenas la tercera anotación de un jugador inconciente en toda la historia de Hogwarts – apuntó Hermione.
- Los de Ravenclaw no contaban con eso. Tú no lo notaste pero en ese momento su buscador estaba cerca de la snitch y el nuestro iba detrás. Cuando vieron que anotabas le gritaron que no tomara la snitch porque el juego acabaría empatado en 240 puntos. Ellos necesitaban tiempo para anotar al menos 10 puntos más y pensaron que contigo fuera lo tenían todo servido para hacerlo, pero no vieron que nuestro buscador estaba justo detrás y tomó la snitch sin problemas. ¡Ganamos 390 a 90! Debiste haber visto la cara que pusieron. Ya lo puse todo en mi blog.
- ¿En tu blog? – preguntó Harry.
- Resultó un post muy bueno.
Pero Harry ya no escuchó esto último, de repente recordó el asunto del blog de Voldemort, y su descubrimiento de que la profesora Arroyave era una mortífaga. Se sintió desconcertado, no había pensado en eso hasta ahora. El dolor de cabeza volvió de repente.
- ¿Qué harán el fin de semana?
- Tenemos tareas, pero mañana iremos a Hogsmeade, ¿vendrás con nosotros?
- No lo sé. Tengo que ponerme al día con algunas cosas – respondió Harry.
- ¿Te darán de alta pronto?
- No estoy seguro.
La señorita Pomfrey entró con la bandeja del desayuno.
- Señorita Granger, señor Weasley, temo que es mejor que dejemos a Harry comer tranquilo, lleva un día sin probar alimento.
- Hasta luego Harry, vendremos en cuanto podamos. Que descanses.
Harry agradeció que la señorita Pomfrey lo ayudara a quedarse solo. Necesitaba pensar en qué haría respecto a Arroyave.
No tardó en ser dado de alta, y en cuanto se vio de pie fue a buscar a la profesora. La encontró preparando una pequeña bolsa de viaje. Harry no sabía qué decir. Ella seguía siendo la profesora dulce y de conversación animada que él conocía.
- Profesora, digo, Nancy, necesito hablar con usted.
- ¿Será una conversación larga? Voy a partir ahora a Guatemala, necesito ir a mi casa a dejar y a traer algunas cosas. Estaré de vuelta pronto.
- En realidad me gustaría que habláramos antes de que usted se vaya – a Harry no le pareció bien que precisamente ahora la profesora quisiera hacer ese viaje.
- Pero no quiero retrasarme. Oye, ¿y si vienes conmigo? Podemos hablar en el camino. ¿Has visitado Guatemala?
Aquello no lo esperaba. Hermione y Ron se extrañarían de no verlo, pero pensó que estaría de vuelta por la tarde y podría contarles los resultados de su charla con la profesora.
- ¡Perfecto! No, no he visitado Guatemala. Me encantaría.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Enfoque en el Quidditch


Hermione y Ron no podían creer lo que Harry les contaba. ¿Nancy Arroyave una mortífaga? No era posible.
- ¿Estás seguro de lo que viste Harry? – le cuestionaba Hermione.
- ¿Seguro que decía “Nancy”? Talvez no viste bien. ¿No era “Nicte”? – agregó Ron.
- ¿Qué? ¿Conoces el blog de Nicte? – preguntó Hermione mirando fijamente a Ron con cara de pocos amigos.
- Claro… está en el blog de la profesora Arroyave… ¿Qué…? ¿Qué tiene de malo?
Ron comprendió que a Hermione no le había gustado mucho la idea de que él hubiera visitado el blog de Nicte. Había metido la pata al mencionar aquel blog. Era obvio que no aprobaba sus contenidos.
- Y por lo visto tu también lo has visitado – atinó por fin a decir Ron dirigiéndose a Hermione.
Ella sólo apartó la vista y continuó hablando con Harry como si Ron no existiera.
- Harry, tiene que haber una explicación. Tienes que contarle a McGonagall que has visitado ese blog y lo que encontraste. Además hay que avisar a los miembros de la orden.
- McGonagall no entiende nada de blogs Hermione – contestó Harry – y los de la orden tampoco creo que estén muy actualizados.
- Tú no lo sabes, esto de los blogs es un fenómeno mundial, habría que vivir en otro mundo para no estar enterado.
- Ellos viven en otro mundo Hermione – agregó Ron.
- Veremos – completó Harry – Ron, tenemos que prepararnos para el partido, vamos.
El campeonato de Quidditch del colegio empezaba ese día. Era una suerte que el primer partido no fuera contra Slytherin. El rival de hoy sería Ravenclaw. Podrían probar con cierta calma y juego limpio las nuevas técnicas que habían aprendido en el curso. Contra Slytherin nunca había juego limpio. En todo caso era seguro que los de esa casa estarían ahí para aprovechar cualquier oportunidad de burlarse de sus futuros rivales. Después del partido habría tiempo para pensar. Ahora, como decía el profesor de Quidditch, había que enfocarse en el juego, los verdaderos profesionales dejan todos los problemas en tierra y al subir a la escoba para iniciar la competencia viven únicamente para el equipo. Así tenía que ser.
Harry ya no jugaba como buscador. Habían aprendido en clase que para aquella posición era mejor buscar jugadores de menor peso, que pudieran volar más rápido y ser ágiles para realizar los cambios violentos de dirección que hacen las snitch doradas. Ahora era cazador. Los cazadores debían ser fuertes y veloces. Los juegos bruscos, empellones, patadas y golpes eran comunes entre los cazadores. En Ravenclaw había jugadores fornidos y Harry no era precisamente un gigante, pero en osadía no le ganaba nadie. Además era un verdadero líder en el campo. En todo momento estaba atento a que cada jugador estuviera en su posición y a que no se descuidaran los flancos.
El partido avanzaba bien. El objetivo de los cazadores era alcanzar una diferencia de más de 150 puntos para que la snitch dorada no fuera el factor decisivo y estaban acercándose. El marcador era 230 a 90.
Los buscadores se movían por todo el campo pero no había señales de la pequeña esfera alada. Los golpeadores de Ravenclaw golpeaban las blodgers fieramente buscando interrumpir el juego de Griffindor y sacar a alguno de los cazadores del partido, al menos por un rato.
Harry atrapó la quaffo y se dirigió a los aros. De pronto los cazadores del equipo contrario que lo cubrían lo abandonaron. Era señal clara de que sería atacado por los golpeadores, pero el camino hacia los aros estaba expedito, hacia el frente no se veía nada, si había golpeadores estaban atrás o arriba de él. Harry aceleró temerariamente hacia los aros. De pronto algo golpeó su cabeza, todo se puso blanco y no sintió absolutamente nada más. Una blodger lo había alcanzado de lleno. El juego había terminado para él, al menos por ese día.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Sorpresa en el blog oscuro

Harry entró a la biblioteca y buscó un lugar tranquilo para poder revisar aquello más despacio. Releyó los comentarios con una sensación extraña. No entendía cómo es que aquella escritura le resultaba perfectamente legible. Hasta ahora reparaba en que estaban escritos con símbolos que nunca había visto.
Nancy les había enseñado cómo, tocando el nombre del autor de un comentario con la punta de la varita y pronunciando “aperte locus” se podía visitar el blog de quien había puesto el comentario.
¿Tendría que entrar en el blog de aquel ser extraño que le había puesto comentarios en Pársel? ¿Qué buscaría allí? ¿Era simple curiosidad?
La punta de su varita se acercó al pergamino hasta tocarlo transformándolo inmediatamente. Su fondo se tiñó de negro y se llenó de aquellos símbolos que antes había visto en los comentarios. Parecía haber sido escrito con tinta roja – en realidad parecía haber sido escrito con sangre. Sus contenidos estaban en español, Harry había aprendido a distinguir una escritura de la otra, y todo giraba en torno a la propia excelencia del autor, su inmenso poder y cómo pronto todos estarían bajo su dominio.
No le costó trabajo comprender que aquel no podía ser otro que el blog de Voldemort.
Los comentarios de los “visitantes” eran alabanzas a la magnificencia del dueño del blog. A Harry se le revolvió el estómago al ver el servilismo que reflejaban.
Era frecuente que los magos y brujas usaran pseudónimos cuando escribían comentarios en los blogs de otros, pero no le costó reconocer entre aquellos a algunos que él sospechaba ya que eran mortífagos.
Todo aquello estaba lleno de información que sería de mucho interés para la Orden del Fénix. Harry no podía explicarse cómo Voldemort había cometido el error de llevarlo él mismo hacia su blog. Si el innombrable quería tener una bitácora, lo mejor era protegerla con hechizos y maldiciones para que nadie más pudiera verla. No cabía duda de que podría haberlo hecho así.
Uno de los posts le llamó la atención especialmente. Se titulaba “¿Quiénes son mis seguidores?” y hablaba de la fidelidad que le debían hasta la muerte y de los terribles tormentos que les esperaban si se atrevían siquiera a retar su autoridad. Los castigos para los traidores serían horrendos.
En un alarde de autoridad y control, el escrito finalizaba con una orden: “mis verdaderos seguidores manifestarán su lealtad a mi en comentarios a este post para que yo sepa quiénes están a mi servicio”. Aquello era información vital. Una larga lista de comentarios al estilo de “aquí estoy mi señor” o “mi vida está a tu servicio” seguían a los nombres que Harry pudo ir repasando.
Con cada comentario confirmaba sospechas previas o se sorprendía al descubrir que algún mago que conocía era en realidad un mortífago que había pasado oculto.
De repente no pudo seguir, aquel nombre que veía allí no podía ser. Podría haber esperado que tantas personas siguieran a Voldemort atraídas por sus engaños y amenazas, pero no aquella que veía en el comentario sobre el que tenía fija la vista simplemente no. Un fuerte peso cayó sobre su corazón. Miró y volvió a ver. No había duda. Aquella mortífaga era… Nancy Arroyave.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Mensajes en lenguaje extraño

Harry y Ron no tuvieron ningún reparo en utilizar el hechizo moderador para proteger sus blogs. En cambio Hermione optó por enfrascarse en larguísimos debates con los visitantes sobre la conveniencia o no de utilizarlo.
Con todo ni Harry ni Ron destruían ningún comentario sospechoso antes de consultarlo con Nancy Arroyave. Hermione los acompañaba en aquellas revisiones y a veces también daba su opinión – usualmente en contra de que se borrara cualquier comentario – pero al final respetaba la decisión que tomaban.
Un día, al terminar la agotadora clase de Quidditch Profesional, Harry se dio cuenta de que contaba con algunos minutos libres antes del almuerzo, y decidió aprovecharlos revisando su blog. Pronunció el conjuro para abrirlo sobre un trozo de pergamino en blanco donde sólo había escrito el nombre del blog y al instante aparecieron sus hechizos post y los comentarios.
De verdad le resultaba agradable aquella actividad. Se entretenía releyendo artículos y comentarios que ya había leído, visitando los blogs de sus visitantes y revisando las cosas nuevas que habían agregado, y descubriendo lo interesante que eran las tareas y proyectos que cada cual realizaba, sus historias y anécdotas.
Se había vuelto experto en saltar los comentarios negativos, de insultos y ofensas. Ya no le enojaban tanto como al principio – al punto de que alguna vez quiso dejar por completo los blogs. Algunos de sus lectores respondían a los atacantes pero Harry lo desaconsejaba, por sugerencia de la profesora Arroyave.
Por alguna razón desconocida no pudo ignorar un comentario escrito con trazos fuertes, casi parecía que habían roto la pluma al escribirlo, que no contenía exactamente insultos sino frases sueltas muy extrañas.
- Estoy listo para mi destino. Mi destino me espera – decía al principio – los que aguardaban por mi han sido fieles, es el momento de que regresen a mi.
No entendía lo que quería decir, pero sintió un cosquilleo en su espalda.
- Llegó la hora en que debo poner a mis enemigos como alfombra para mi paso a la gloria. Su sangre regará mi camino y lo hará fecundo.
Aquello no tenía sentido, pero le resultaba atractivo en extremo. Increíblemente se sentía identificado. ¿Acaso no quería también él que sus enemigos fueran puestos a sus pies? ¿No deseaba que su destino, tan anunciado por todas partes, se cumpliera de una buena vez?
- Todos deben conocer lo poderoso que soy. Quienes me han humillado deben ser humillados hasta convertirlos en polvo.
De pronto se asombró de su propia crueldad, por la satisfacción que sentía al pensar que Snape, Bellatrix Lestrange, Pettigrew, Malfoy – padre e hijo – y tantos otros fueran puestos de una buena vez a sus pies y fueran humillados como ellos mismos lo habían humillado antes. Cerró el blog. No lo había notado pero el tiempo había corrido y era tarde ya y la siguiente clase seguro habría empezado. Echó a correr para llegar.
- No entiendo, ¿qué quieres que vea? Te pusieron comentarios con símbolos raros y letras revueltas, es obvio que alguien no tenía nada que decir y escribió cualquier cantidad de símbolos al azar.
Harry miraba a la profesora Arroyave y no podía creer lo que le decía, él entendía perfectamente aquellos comentarios pero ella no. Lo mismo sucedió cuando se los mostró a Hermione y a Ron.
- ¡Vaya! A mí nunca me han puesto comentarios ininteligibles, probablemente los escribió un gato o un bebé jugando con una pluma – le dijo Hermione.
- Seguro no están en Español ni son runas antiguas; Nancy o Hermione ya las habría descifrado – añadió Ron.
¿Se estaba volviendo loco? ¿Cómo podía ser que aquellos comentarios fueran claros sólo para él? Entonces recordó que cuando el monstruo basilisco anduvo por las cañerías de Hogwarts gruñía frases que sólo él escuchaba y entendía. ¡Claro! ¡Aquellos comentarios estaban en Pársel! El extraño lenguaje de las serpientes también podía ser escrito y él, por una extraña asimilación con Voldemort, podía entender Pársel.
Harry no dijo nada, pero su semblante lo delató.
- ¿Qué te pasa Harry? – preguntó la profesora Arroyave
- ¡Nada! Recordé que tengo que buscar algo en la biblioteca para una tarea de Quidditch. Nancy ¿puedo retirarme de la clase?
- Claro, de hecho ya terminamos. Recuerden hacer un nuevo post y responder los comentarios. Nos vemos luego.
Harry se dirigió a la biblioteca, su paso era rápido, casi corría. Ron y Hermione lo alcanzaron.
- Harry, dinos qué pasa. – exigió Hermione
- Los comentarios están en Pársel, por eso sólo yo puedo entenderlos, tengo que verlos de nuevo y tratar de ver quién los puso.
- ¿En Pársel? – preguntó Ron – seguro es alguien de Slytherin.
Ni Ron ni Hermione se atrevieron a sugerir que los comentarios podían venir del mismísimo Voldemort. Pero lo pensaron.

jueves, 3 de diciembre de 2009

El hechizo moderador

Un día Arroyave decidió que era el momento de enseñarles un hechizo nuevo.
- Hoy vamos a aprender un hechizo de defensa que requerirá no sólo de habilidades mágicas avanzadas sino de buen criterio, se trata del hechizo moderador. El hechizo moderador le permite al dueño del blog revisar un comentario antes de que el resto de visitantes puedan verlo, y por tanto, decidir si desea permitir que el comentario sea publicado o no.

- Profesora Arroyave – dijo Hermione levantando la mano - ¿eso no sería equivalente a limitar la libertad de expresión?
- Buena pregunta Hermione, y ya les dije que quiero que me llamen Nancy. Mira, la libertad de expresión es un derecho que todos tenemos, pero como cualquier derecho, está limitado por el respeto a los derechos de los demás. No se puede lesionar la honra y buena fama de los demás sin causa justificada o hacerlo alegando simplemente que se tiene libertad de expresión. Tampoco se puede abusar de ese derecho insultando a los demás o utilizando un lenguaje obsceno o desagradable. El hechizo moderador no es lo mismo que la maldición censuradora. Esta última es una auténtica lesión del derecho de libre expresión, porque evita que lleguen al público hechos verdaderos que resultarían comprometedores para la autoridad.
Oyendo la respuesta de la profesora Hermione tuvo varias ideas para nuevos hechizos post para su blog. El tema le resultaba apasionante. Su carácter rebelde parecía decirle que aquello no estaba del todo correcto. Ella probablemente nunca usaría ese hechizo. En cambio Ron y Harry encontraron todo perfectamente comprensible y válido. Estaban ansiosos por aprender a usar el hechizo moderador.
La profesora continuó:
- El hechizo moderador resulta también eficaz contra un par de terribles maldiciones que brujos inescrupulosos pueden utilizar en contra de ustedes en sus propios blogs: se trata de las maldiciones spam y fafa.
Arroyave había recalcado el nombre de las maldiciones al tiempo que una tiza mágica las escribía en la pizarra.
- Entre más populares sean sus blogs, más maldiciones spam están expuestos a recibir.
- ¿Y qué pasa si la maldición spam llega logra pasar el hechizo moderador y llega al blog? – preguntó Parvati Patil.
- Los magos y brujas que utilizan la maldición spam son despiadados. Si logran entrar llenarán tu blog de comentarios insustanciales que sólo buscan publicitar productos de dudosa calidad. Yo he sabido de penosos casos en los que no queda más remedio que mover el blog a una nueva ubicación o bien cerrarlos completamente.
- ¿Y qué hay de la maldición fafa? – preguntó Ron.
- La maldición fafa consiste en utilizar blogs honestos para difundir alabanzas y elogios hacia los gobernantes mediante los comentarios. Resulta de lo más desagradable, aunque hay que reconocer que es más controlable que la maldición spam.
Como cosa rara Hermione no hizo ninguna nueva pregunta. Aún la existencia de las maldiciones spam y fafa parecían no terminar de convencerla de la legitimidad de utilizar el hechizo moderador. Tendría que reflexionar sobre eso y posiblemente leer algunos libros de ética periodística en mundos mágicos antes de terminar de convencerse.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Comentarios desagradables

Al igual que el resto de la clase, Harry adquirió pronto una sana afición por realizar el hechizo post. Seguía fielmente las instrucciones de la profesora Arroyave:
- Comiencen con un tema en la mente, aunque sea una idea sencilla – les decía.
Usualmente escribía sobre la vida de los muggles, sus costumbres, los artilugios que usaban para subsanar su carencia de poderes mágicos y las ideas tan extrañas que tenían acerca de la magia. Tuvo mucho éxito con esos temas. Pronto se dio cuenta de que para los magos el mundo de los muggles era tan fascinante como fue para él el mundo mágico cuando lo conoció. Magos y brujas a quienes nunca había visto u oído le ponían comentarios.
- El hechizo post es verdaderamente poderoso – le repetía a Ron y a Hermione.
No se extrañó cuando en su blog aparecieron comentarios de desprecio e incluso algunos de odio, que nada tenían que ver con el post. En el fondo lo esperaba. Para bien o para mal él era un personaje famoso, pero eso no significaba que le resultara agradable a todo mundo. Harry sabía que muchos mortífagos lo odiaban, lo mismo que los alumnos de la casa de Slytherin y alguno de las otras casas.
Arroyave estaba al tanto de la situación desde antes de que Harry realizara su primer post, así que había recalcado en múltiples ocasiones la importancia de mantener el respeto y la educación en todo su trabajo.
- Los periodistas civilizados no pelean con nadie en sus reportajes – les insistía en clase – son respetuosos de la verdad y por eso mismo investigan a fondo antes de realizar sus hechizos. Nunca insultan ni responden a los insultos y provocaciones. No olviden que la labor del periodista no es agradable a todos por igual.
Hermione y Ron entendían a qué se refería y al terminar la clase lo discutían con Harry. Conociéndolo temían que no fuera capaz de mantener la cordura. Harry los tranquilizaba diciéndoles que ya estaba acostumbrado a que la gente tuviera opiniones acerca de él e incluso a que se dijeran mentiras en los medios sobre lo que hacía. Todos recordaban las difamaciones de Rita Skeeter en El Profeta y cómo El Quisquilloso había salido en su defensa.
Con todo, cuando aparecieron los primeros comentarios con insultos en el blog de Harry, y luego en el de Ron – que confeccionaba sus posts con crónicas de encuentros de Quidditch – y en el de Hermione – de temas variados, desde opiniones sobre la injusta situación de los elfos domésticos hasta reseñas de libros de Aritmancia o Runas Antiguas – revisaron todos juntos con la profesora tanto los comentarios como las respuestas educadas que debían darles.

martes, 1 de diciembre de 2009

Más hechizos blogueros


Avanzaban los cursos y finalmente Harry y Ron pudieron saltar al campo de juego en sus escobas para entrenar y jugar, dejando atrás la teoría del Quidditch. Los entrenamientos resultaron mucho más duros que los que ellos hacían habitualmente con el equipo de Gryffindor. Cuando finalmente disputaban un partido de práctica estaban tan agotados que sólo los gritos del entrenador y la presencia de alumnos en las gradas, les daban los ánimos suficientes para dar su último esfuerzo.
El profesor Snape no desaprovechaba la ocasión de burlarse de ellos:
- Señor Weasley, espero que el enrolarse en un curso de Quidditch lo haga al menos mejor jugador de lo que mis cursos de pociones han logrado para hacerlo un buen preparador de brebajes, pero por la forma en que juega lo dudo mucho. Y usted señor Potter, qué pena que su éxito en el Quidditch no contribuya a hacerlo menos arrogante y rebelde.
En cambio la profesora Arroyave los animaba a preparar posts sobre el entrenamiento y las emociones de un encuentro montando escobas:
- Los blogs son acerca de la vida chicos, todo lo que comprenda su cotidianeidad puede ser materia adecuada para preparar un post.
- Gracias Nancy – le contestaba Harry, que para entonces ya le tenía mucha confianza.
La profesora Arroyave les enseñaba nuevas técnicas para aplicarlas en sus blogs. Les mostró el conjuro “apapacho” que servía para hacer que un visitante se sintiera especialmente querido. El brebaje “dibujito” que se preparaba con líneas y colores, y utilizado adecuadamente aumentaba la eficacia y duración del hechizo post.
Pero sobre todo les recalcaba muy a menudo la importancia de revisar y contestar los comentarios que los magos y brujas visitantes del blog dejaban.
- Un comentario sin respuesta es peor que una pócima de tristeza o un hechizo de desaire – les decía – siempre contesten los comentarios que les ponen por muy sencillos que sean.
Ella misma les ponía comentarios a los blogs que los chicos iban construyendo como parte del curso. Además contestaba diligentemente todos los comentarios que le dirigían a ella.
Pronto les enseñó sus propios blogs así como los de otras brujas y magos a quienes había conocido por visitas mutuas y por el poder del uso del hechizo post.
- El post es un poderoso hechizo para el periodismo de mundos mágicos – les recalcaba constantemente.