sábado, 16 de enero de 2010

Cuarta parte: El mundo de la postguerra

Injusticia


Pasó el tiempo y poco a poco todas fueron volviendo a sus actividades normales, incluyendo las científicas. Algunas acusaron injustamente a estas últimas de ser las responsables de desarrollo del arma tan destructiva que había acabado la guerra destruyendo un par de ciudades de las cucarachas enemigas. No se daban cuenta de que la responsabilidad del artefacto había sido de un equipo local que sólo había aprovechado algunos de los conocimientos que las científicas les habían revelado.

También se trató injustamente a las tecnologías involucradas. Primero fueron vistas como la solución a los problemas energéticos del mundo de las cucarachas, pero como algunas seguían insistiendo en utilizarlas como armas y todas recordaban la radiación que todavía podía sentirse en los lugares destruidos, pronto se desarrollaron sentimientos contrarios a ellas y surgieron grupos extremistas que se oponían a cualquier forma de su utilización.


El supercompresor

Las científicas siguieron haciendo investigaciones y algunas generaciones más adelante descubrieron los trabajos y experimentos de la cucaracha que había propuesto la existencia de una tercera dimensión. Pronto se dieron cuenta de que aquello podría llevarse adelante de nuevas formas e idearon variaciones del experimento original y para ello diseñaron un artefacto que sería lo más avanzado que cucaracha alguna hubiese ideado jamás.

El supercompresor fue diseñado con 8 largas filas de cucarachas apuntando todas hacia el centro. En cada línea las cucarachas están alineadas unas detrás de otras para empujar hacia el mismo punto central, que de esa forma resultará comprimido por una gran fuerza.

El trozo de material puesto en el centro sería expuesto a tal presión – así razonaban las científicas – que tendrá que expandirse hacia la tercera dimensión de una forma que resultará medible aún para sus instrumentos que – al igual que sus sentidos y su comprensión natural del mundo – estaban enfocados en mediciones bidimensionales.


Incomprensión

Aún cuando el supercompresor era sólo un proyecto que iba a ser construido, muchos grupos de cucarachas empezaron a oponerse argumentando que el artefacto podría desatar fuerzas similares a las que habían causado destrucción masiva en la guerra y que de hecho podría terminar destruyendo todo el mundo.

Las científicas intentaron explicar que estas creencias eran infundadas y que el experimento no produciría ninguna destrucción, pero como muchas ni siquiera entendían completamente en qué consistía todo, mantenían una oposición irracional como una especie de medida de precaución.

Nunca se pudo llegar a un entendimiento completo entre las científicas y las opositoras radicales.

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