jueves, 24 de diciembre de 2009

Omnipotencia Suplicante

Al revisar estos versos luego de muchos años de haberlos escrito, me preguntaba si no resultarían ofensivos para la sensibilidad religiosa o para la devoción que mucha gente expresa por Santa María.

¿Podría un artista pintar al demonio en el mismo cuadro que a la madre de Jesús? Y si el pintor tiene ese privilegio, ¿por qué no ha de tenerlo el poeta aficionado?

Santa María y el demonio conversan y si algo queda claro al final del poema – el lector puede comprobarlo – es que el demonio sale, como siempre, derrotado.

Estando Santa María
en vigilia de oración
se presenta en su capilla
el diabólico tentador

su fealdad revelaba
una profunda perversión
ostensible contrastaba
con aquel puro corazón

con gestos recargados pretendía
aparecer de buen semblante
ridícula y soberana tontería
fingir de caballero el talante

era criatura monstruosa
pequeño y encorvado
negrura de quemado
de mirada rencorosa

a pesar de su fealdad
ocultar no podía
tal soberbia y vanidad
que repugnante lo volvían

y al verlo acercarse a María
pensé que Ella lo rechazaría
más nuestra Madre no se inmutó
ni siquiera cuando de la mano la tomó

-¡Bendita Virgen María!
quiero ser amigo de Dios-
imposible era lo que oía
!el diablo quería pedir perdón!

nuestra Madre le habló con dulzura
no hablaba Ella de otra manera
y le miró con increíble ternura
como si aquel el demonio no fuera

-la vida de amistad con Dios
llena de alegría el alma
reboza el corazón de amor
con Él nada nos falta

el mundo es alegre
canta la creación
a nada se teme
si todo es de Dios

-Madre no te olvides
-pidió el padre de la mentira
-que hay siempre cosas viles
aunque con Dios se viva

-Nada hay de veras malo
aunque el infierno parezca
estando de Dios en las manos
todo para bien nos aprovecha

sólo el pecado puede ser daño
pues nos aparta de Dios
pero si en humildad andamos
bien nos hará pedir perdón

-oyó el diablo todo aquello
y fue cambiando sus facciones
aparecióle un cierto destello
de lo quemado recobró colores

pero en mencionar nuestra Madre la humildad
acabó de improviso aquel extraño encanto
de un brusco salto hechóse para atrás
sin aún haber María de hablar acabado

-Tú quieres verme humillado
-chilló medio enfurecido
-¡pues no! No me has engañado
jamás terminaré vencido

-fue así, triste el final de aquel encuentro
no tiene madre el diablo ni jamás la tendrá
pero no puede negar que estuvo por momentos
dispuesto a vivir por ella en humildad

eres María, Omnipotencia suplicante
y Dios también te colmó de sabiduría
porque no pides a quien sabes no daría
aunque de dispuesto tenga el plante

privilegiado espectador
que vi de cierto maravillado
aparecer a María el tentador
y salir igualmente tentado.

2 comentarios:

  1. Hola Leonel
    Vengo aquí a dejarle a la familia Morales Aguilar un apapacho del tamaño de la catedral, como decían las abuelitas.
    En este apapacho caben todos los miembros de tu linda familia, la cual espero conocer personalmente algún día.
    Gracias por el cariño que me han manifestado siempre, a pesar de la virtualidad de la situación...
    Cuídense mucho y espero que el nuevo año les traiga muchas bendiciones, prosperidad, tranquilidad y los mantenga sanos y unidos.
    besos

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  2. Gracias Nancy!!!
    Gracias también porque este año nos llevaste de la mano a todos en este mundo de los blogs.
    Que este 2010 nos traiga muchos posts y comentarios positivos, interesantes y llenos de vida!!!
    Apapachos tamaño catedral!!! :o)

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